Existen varios tipos de acero, dentro de los cuales, el acero dulce o de bajo carbono es ideal para proyectos de estructuras metálicas, por su resistencia y economía.
Se encuentra típicamente en forma de placa como material para estructuras metálicas, sin embargo, también se encuentra a veces en forma de barra. Como todo acero dulce, es propenso a la oxidación, pero con un recubrimiento químico relativamente simple, resulta menos costoso que el acero inoxidable.
Está diseñado para ser resistente y fuerte; tiene una resistencia máxima a la tracción, que es la cantidad de presión que se necesita para deformar el material; el alargamiento, o la cantidad de estiramiento del acero es capaz de resistir sin romperse.
La principal propiedad física que se tiene en cuenta en la elección del acero es su densidad, que es una medición de la masa por unidad de volumen, o el peso de un determinado objeto dado un determinado volumen, por eso debido a que este material es relativamente barato y estructuralmente muy fuerte, a menudo se utiliza como material de construcción estructural, por ejemplo las vigas, placas y láminas de acero se utilizan tanto para construir la estructura final de un edificio como para construir estructurales temporales, como soportes y cubiertas metálicas.