El tratamiento de superficies y estructuras metálicas abarca una gran variedad de industrias, que incluyen actividades cuya finalidad es tratar las superficies metálicas para protegerlas de la corrosión, mejorar la resistencia al desgaste y erosión o mejorar su aspecto mediante recubrimientos metálicos.
El tratamiento de las superficies metálicas se basa en dos etapas; la primera incluye los procesos de limpieza, preparado de superficies y cubiertas metálicas y la segunda hace referencia a recubrimientos metálicos y obtención de acabados superficiales.
La preparación de superficies metálicas está relacionada con una serie de procesos mecánicos o químicos, en esta etapa se eliminan impurezas orgánicas presentes en proyectos metálicos (residuos de grasas, aceites, humectantes o barnices) e impurezas inorgánicas (residuos metálicos y abrasivos).
El fin de los recubrimientos metálicos es proteger a otros metales de la corrosión, además de lograr un conjunto de propiedades diferentes que no están reunidas en un metal solo. Así mismo parte del mantenimiento de estructuras metálicas tiene fines decorativos.
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